Un mundo feliz, Aldous Huxley y planteamientos varios



-Ésta- dijo el director al abrir la puerta-es la Sala de Fecundación.

Este es el primer diálogo que encontramos en el libro, y contiene la clave para entrar en el mundo que nos propone el escritor británico Aldous Huxley. Esta distopía, publicada en 1932 y que cuenta tan solo con 200 páginas, ha sido alabada por muchos por su carácter predictivo y al mismo tiempo actual. Sabía que en principio el planteamiento del libro era un tanto futurista, pero he intentado evitar opiniones del libro con anterioridad porque no me gusta crearme expectativas, y quizás este libro es mejor leerlo con la mente en blanco.

En este nuevo mundo todos son felices,  no hay posibilidad de plantearse la realidad desde una óptica negativa, pues el gobierno ha modificado y controlado cada etapa de la vida de sus habitantes con este fin. Todo viene a raíz del nacimiento, ya que las personas no tienen hijos, sino que son creados artificialmente. En este post no pretendo desvelar el argumento ni introducir a más personajes de los necesarios, sino que me gustaría centrarme en relacionar los distintos pilares sobre los que se asienta la sociedad creada por el autor.

En Un mundo feliz ya no existe un Dios como lo conocemos hoy en día, pues ahora el único Dios es Ford, creador del montaje de coches en cadena, y por consiguiente, de una de las estructuras capitalistas más fundamentales. Es por ello que esta creación en cadena se extrapola incluso al hecho de concebir hijos. De la misma forma que "Dios nos crea", Ford crea al ser humano con la producción en cadena.
¿Qué tendrá que ver entonces el hecho de no tener hijos con la felicidad? No está en el sentido de crearlos, sino de programarlos. 

En un supuesto mundo feliz sigue existiendo un clasismo necesario para poder controlar a la masa. Huxley nos divide la sociedad en cinco tipos de personas: Alfas, Betas, Gammas, Deltas y Épsilones, cada uno menos inteligente que el anterior, por lo tanto, cada uno tiene por nacimiento que desempeñar un trabajo. Esta división no es original, ya la pensó Platón en su república (hola, bachillerato), pero la diferencia es que Huxley ha encontrado una solución "científicamente posible dentro de la ficción": disolver sustancias durante la "gestación" de los bebés y luego condicionarlos para tareas concretas con su educación. 

Las referencias a la filosofía que mencionaré no son gratuitas, sino que forman parte de la esencia del libro mismo, y gran parte de los planteamientos pertenecen a Marx, Platón y (posiblemente) Epicuro. Para ello, presentaré a dos personajes principales: Bernard Marx y Lenina. Las referencias constantes al filósofo alemán Marx, la crítica al capitalismo y el consumismo son claras, y el hecho de que Lenin(a) sea la persona que está más inmersa en la sociedad y alienada también suponen un punto de vista crítico del autor.

-Estoy muy satisfecha de no ser una Épsilon-dijo convencida Lenina.
-Y si fueses un Épsilon-dijo Henry-tu acondicionamiento te hubiese hecho estar no menos satisfecha de no ser una Beta o una Alfa ( Página 63).

Huxley concibe la felicidad dentro de una sociedad como la falta de discordia. Para Marx la lucha de clases era el principal motor de movimiento en la historia, y cambiar de fase significa inestabilidad. El hecho de que el autor británico nos clasifique y acomode a la gente no tiene otro fin que evitar esta lucha de clases. Siguiendo la relación con el comunismo, el autor refleja la idea de crear una sociedad perfecta, y aún así, acaba siendo imperfecta y clasista, en la que Bernard Marx está despertando y siendo coherente, pero Lenina se encuentra absorta. La sociedad de clases que criticaba Marx es al mismo tiempo la que perpetúa el sistema dentro del libro, y mientras tanto, es Bernard Marx el único que no se siente cómodo con ella.

A medida que avanza el libro observaremos que las alusiones al mito de la caverna de Platón son obvias y también importantes, pues quizás el libro da un giro a la historia como consecuencia de ella. Bernard tiene curiosidad por ver qué hay más allá de su mundo, de su sociedad, y para ello contratan una visita al "mundo salvaje". Aquí el autor nos planteará una perspectiva diferente pero que ya podíamos intuir: ¿Son realmente salvajes los de fuera o los de dentro? ¿Está fuera la realidad, que es distinta a la que nosotros creemos? Bernard se transforma en el protagonista de la caverna, intentando después iluminar a otros, plantearse su existencia y convencer a sus conocidos de que vean las cosas como él. En dicho mito el descubrimiento de la realidad tiene como consecuencia la negación a ella o incluso locura del ojo humano.

"En la religión el hombre es dominado por el producto de su propia cabeza, en la producción capitalista lo es por el producto de su propia mano". 

Marx reflexionaba sobre la incidencia de la divinidad en su sociedad, tanto con la alienación capitalista como la religiosa. Este libro plantea la necesidad de una religión monoteísta pero cuyo Dios sigue los preceptos del gobierno y tiene como objetivo único la felicidad de la sociedad. Muchos filósofos, y los humanos mundanos como nosotros en general, hemos reflexionado acerca de dónde está la felicidad, si es un camino, un final, la suma de sus partes...pero en este libro rescata la idea epicureísta de que la felicidad se entiende como la ausencia de perturbaciones.

Huxley no solo parece utilizar esta idea para el libro, sino que rescata todas las formas del planteamiento. Por una parte la ausencia de preocupaciones (ataraxia) la hemos visto en el condicionamiento y la lucha de clases, y por otra parte la búsqueda del placer (hedoné) que se observa en los comportamientos sexuales y en alguna que otra droga de la que hablaremos luego. 
Para Epicuro existen tres miedos fundamentales, que Huxley logra solucionar para así evitar perturbaciones: los dioses, la muerte y el futuro. Ya hemos hablado de la vertiente religiosa, pero el libro va un poco más allá, transforma a nuestro Dios, que en muchas escrituras se relaciona con un ente todopoderoso e incluso vengativo, en un ser casi inexistente que solo busca nuestra felicidad.

-¿Creen entonces que no hay dios?
-No, creo que probablemente existe un dios (...) pero se manifiesta de distintas maneras a los diversos hombres; en los tiempos premodernos se manifestaba como se describe en estos libros. Ahora...
-¿Cómo de manifiesta ahora?
-Bien, se manifiesta como una ausencia, como si no existiera en absoluto.
(Página 182)

En la segunda parte, la que habla de la muerte, podemos encontrar que quizás Huxley lo arregla demasiado ligeramente, de forma dejada, ya que establece una juventud eterna hasta llegar a los sesenta, y entonces mueren sin más sufrimiento. Quizás me hubiese gustado que, ya que ha puesto mucho empeño en la parte filosófica de la vida, lo hiciera también en un tema tan recurrente como la muerte, pero bueno.

A parte de demostrar el propio sufrimiento, la parte salvaje del ser humano o incluso la necesidad de sufrir en un mundo sin sufrimiento, no acabé de entender las escenas vinculadas a la flagelación de uno de los protagonistas. Para mí, siendo de donde soy, sería fácil vincularlo con ritos religiosos que se practican por estos lares, pero dudo que Huxley haya ido por ese camino. Como siempre, estoy abierta a comentar interpretaciones, porque sabéis que se va mucho cuando leo.

La felicidad no simplemente se asocia a la ausencia de estos tres elementos, sino a un pilar mucho más importante: el soma. El soma es una especie de droga que toman todos los habitantes de la población, puesto que genera felicidad instantánea y no tiene efectos adversos. No, no busquéis en Amazon para encargarlo, esto solo existe en el mundo de Huxley. La disfunción narcotizante de los medios, los entretenimientos y diversiones del mundo actual se vuelven un narcótico real en la sociedad del libro. Evita que piensen, que se preocupen, y puede actuar de forma instantánea.

Tiene muchos puntos en común con las otras distopías que he leído/visto, y es que se trata el concepto de felicidad como sumisión y aceptación hacia el gobierno. La idea principal es la contraposición entre ser feliz o ser libre, pues la búsqueda de uno implica en casi todas las ocasiones la negación al otro. 

Ahora bien, vamos a hablar de los puntos débiles del libro. La idea principal del mundo, sobre la que he desarrollado casi todo el post, ha sido original, interesante y el libro en general diré que me ha gustado. No al mismo nivel que Fahrenheit 451 o 1984, pero ha sido una lectura como mínimo interesante, que me ha hecho ver diferente, plantearme varias cuestiones e ir un poco más allá.

Para llegar a interesarme, no hace falta mucho más. Ahora bien, las lecturas que he mencionado tienen unos mundos mucho mejor atados y desarrollados. Un mundo feliz parece estar dividido de forma inconsciente en dos partes, una primera en la cual abre apetito para adentrarse en un mundo futurista, con clonaciones, creación de vida en embriones, tecnología...y una segunda, donde casi se olvida de los objetivos o críticas que en principio parecía querer desarrollar y prevalece la historia de los personajes antes que el mundo.

Dicen que quien mucho abarca poco aprieta, y quizás Huxley deja alguna que otra cuestión en el aire ¿La deshumanización de la tecnología? ¿La búsqueda del placer hasta las últimas consecuencias? ¿La clonación según el método Bokanovsky? ¿La perspectiva etnocentrista del mundo salvaje? Demasiado protagonismo del drama haciendo las últimas páginas algo tediosas en una historia que iba por una vertiente futurista. 

Aún así, comparando lecturas, la crítica con humor que hace Huxley es mucho más entretenida que los otros dos libros, que tienen un carácter más serio. En Un mundo feliz "se cachondea" de Ford como Dios, de las canciones sobre el soma, de la alienación mental. Y bueno, las críticas sarcásticas siempre me han gustado, para qué negarlo. En general, un libro interesante, uno de los pilares de las distopías actuales y que recomiendo si quizás te han gustado los otros dos libros y te interesa adentrarte en el género, como era mi caso. Mientras escribo estas líneas sé que hay mucho más que podría sacar, pero mis post ya se hacen bastante largos/pesados.
Hasta la próxima, estáis invitados a dejar vuestra opinión.

Publicar un comentario

4 Comentarios

  1. ¡Hola! Me gusta mucho tu blog aunque te sigo desde hace poquito porque te encontré en Youtube. La verdad es que eres de las pocas personas que suben un contenido literario atractivo (para mí), ya sea ensayo o novela (Te encontré por Carlos Taibo y me quedé por el resto). Entre tanto booktuber juvenil se agradece ese aire fresco.

    Me leí este libro justo hace algo más de un año, casi dos, y la verdad es que a mí personalmente me gustó más que 1984. Eso sí, por debajo de Fahrenheit 451. Me gustó más por dos motivos. Primero que el mundo que se planteaba a mí me pareció más atractivo. Segundo porque ese final me pareció brillante. He leído tu reseña y creo que has experimentado la misma lectura que yo, salvo que en las últimas páginas, y casi te diría párrafos finales, me dejó un poco descolocado.

    Pero no vengo a comentar mis impresiones y lo que me parece interesante de tu blog. Ya que me he pasado por aquí yo te quiero aportar una interpretación sobre el tema de la "flagelación" tal y como yo lo recuerdo, aunque por supuesto tú lo tienes más fresco y yo hablo de memoria, así que quizás me equivoque. Aviso de SPOILER.

    Teniendo en cuenta que el final es justo después de una vorágine de sexo y soma, y luego [ALERTA SPOILER] se decide suicidar, yo creo que la clave es ese hedonismo que tú misma bien comentabas. Es decir, el universo de Un Mundo Feliz se construye con el placer, el de 1984 con el miedo y el de Fahrenheit con la ignorancia (y placer). El salvaje viene de un mundo ajeno a ese placer, para él su mundo real y su forma de vivir es lo opuesto. Por ello, creo que llega a odiar todo lo que supone el placer y lo identifica con lo negativo, con lo que no es verdadero. De ahí que se vaya a vivir de nuevo alejado de esa sociedad y que por tanto, acabe flagelándose. Yo lo veo como una autoafirmación, o recordatorio, de lo que para él es su forma de ver el mundo. Qué ocurre entonces, pues que la lujuria por algo es un pecado. Al final el mismo acaba cayendo en la contradicción, es seducido por todo ese abanico de sensaciones agradables. Cuando despierta de todo lo ocurrido en esa noche se da cuenta de que se ha traicionado así mismo, se ha vuelto uno más de esos nacidos en probetas. Su claudicación le lleva al suicidio.

    Esa sería mi interpretación. Creo que Huxley pretendía ver cómo reaccionaba una persona ajena y con principios, si se dejaría llevar o se mantendría firme hasta el punto de mutilarse. No sé si ha servido de algo, seguramente tú ya hubieras llegado a esa conclusión. ¡Un saludo y a seguir leyendo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Buenas!
      Es posible que el final de este libro sea al mismo tiempo extraño y confuso pero diferente y bastante alternativo comparándolo con 1984 o Fahrenheit 451, pues estos dos acaban de forma más lógica. He leído la interpretación de lo de la flagelación y sí que es muy probable que sea lo que quería mostrar Huxley. Además tiene mucho sentido si lo ligamos al comportamiento sexual, seguramente para él comienza a no ser real el mundo en el que estaba y al mismo tiempo ve que este mundo nuevo de placer tampoco lo es, lo único que queda es encerrarse en su mundo de dolor. Muchas gracias por comentar, me ha parecido interesante y me alegro de que guste el blog, un abrazo!

      Eliminar
  2. ¡Hola!

    La verdad es que tengo pendiente este libro desde hace mucho, es uno de esos clásicos que me infunden mucho respeto y me dan un poco de miedo, pero que a la vez sé que terminaré leyendo sí o sí. Hace tanto que conozco este libro que incluso se me había olvidado un poco de qué iba la trama, y nunca he profundizado tanto en ella como con tu post, y sin duda me dejas con ganas de darle una buena oportunidad a Huxley. Además de este libro, también me interesan mucho "Fahrenheit 451" y "1984", además de "Rebelión en la granja", no sé por qué pero estos tres libros siempre se me vienen a la cabeza juntos.

    ¡Nos leemos!
    Lua.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Buenas!
      Sí, yo los leí porque los vi juntos, y si que es cierto que tienen muchas semejanzas. No tengas miedo de comenzarlo porque tiene un lenguaje sencillo y es un libro fácil de comprender y leer, las interpretaciones ya se hacen de forma paralela. Un saludo, y muchas gracias por pasarte.

      Eliminar

Puedes decirme si te ha gustado esta entrada escribiendo un comentario :) Gracias por tu consideración.