El lobo estepario, de Hermann Hesse

Una descripción del hombre triste 

Hace mucho que debería haberme sentado a escribir sobre este libro, pero tan solo lo llevaba de un lado a otro, esperando el mejor momento para ponerme a ello, pero no llegaba. No es para menos, El lobo estepario es un libro complicado, y como he admitido con algunos otros, me imponía un poco hablar de él.



El lobo estepario
Hermann Hesse
237 páginas
Año de publicación: 1927

Encrucijada de todas las obsesiones e intuiciones de Hermann Hesse (1877-1962) y exponente de su singular talento para el relato, El lobo estepario se inscribe dentro del empeño, patente a lo largo de toda su obra, por iluminar la zona oscura de la condición humana a fin de poner al descubierto su carga trágica y su incierto destino. Ser solitario e incomunicado, extraño y extrañado, Harry Haller, protagonista de esta emblemática novela, ha acabado convirtiéndose en un arquetipo literario en el que se reconocen quienes padecen los efectos deshumanizadores de una sociedad que no conoce la solidaridad y propicia el aislamiento.

El lobo estepario no es un libro cualquiera, sino una obra compleja que como otras analizadas en el blog tan solo pretende plasmar la sencilla esencia del ser humano y todo lo que la compone. No nos encontraremos con una historia trepidante, con mil personajes ni una tensión abrumadora, pero la misma narración nos hace estar pegados desde la primera página. Hesse empieza fuerte, presentando al personaje principal, alrededor del que girará toda la historia. No es un personaje sencillo, y por ello el autor utilizará toda la estructura para tratar de explicárnoslo. No es una historia donde se desarrolle la trama, es una historia de desarrollo de un personaje.

El libro tiene un planteamiento curioso, ya que es una combinación de novela autobiográfica, realismo y fantasía metafórica en muchos casos. El tinte autobiográfico se da en varias partes de la novela, con una descripción cuidada de la mente del personaje, tan solo capaz de realizarse por alguien cuyos pensamientos no están tan alejados. Harry Haller, el protagonista del libro, además de compartir iniciales con el autor, también baraja la idea del suicidio, y ambos vivían en una realidad y momento histórico complejo que no acababan de entender.

Podemos hablar de una estructura ascendente, pues nos presentan a un hombre completamente hundido, que a lo largo de la novela va encontrando poco a poco un objetivo. Se puede dividir en tres partes, obviando algunas divisiones formales o interpretativas de otros análisis. En primer lugar con una presentación del personaje, en concreto como lobo estepario, posteriormente veremos el conflicto que surgirá con la aparición de Armanda para poner todas sus ideas y opiniones sobre sí mismo y su mundo boca arriba y, para terminar, nos conduce a un desenlace algo metafórico y fantasioso en el que no voy a entrar. El lobo estepario es un libro que cada uno debe interpretar a su manera. No voy a contar nada que pueda estropear la lectura, sino que me voy a centrar en describir quién es ese pobre Harry Haller.


Hermann Hesse | El Cultural
El lobo estepario pasa la mitad del libro convenciéndonos de que lo que quiere Harry es alejarse del mundo que le perturba, aislarse en una cueva en medio de la estepa, cuando en muchas descripciones vemos que este aislamiento supone su propio sufrimiento. 
La falta de trato con otras personas no nace de un deseo interno, sino que surge de una inadaptación al medio civilizado al cual lo han esclavizado y de su imposibilidad para conectar y entenderse con una persona por completo.

"La soledad era fría, es cierto, pero también era tranquila, maravillosamente tranquila y grande, como el tranquilo espacio frío en el que se mueven las estrellas.”


Con esta cita podemos observar esta dualidad en el alma de Harry. Por una parte, anhela la tranquilidad que le proporciona su soledad, pero al mismo tiempo la odia. "El hombre es un ser social por naturaleza" diría Aristóteles y en esta ocasión vemos como esta dualidad, la de lobo y humano, supone un conflicto interno. Ninguna de las dos condiciones acaba de satisfacer a nuestro protagonista.

En primer lugar vamos a hablar de lo más importante, ¿por qué El lobo estepario? La primera cuestión, y seguramente una de las más importantes de las que habla el libro, es la dualidad entre el alma de Harry como humano y como lobo estepario. Esto se explica a través de distintas metáforas con el animal, pero se resume en la reducción del alma a dos personalidades. En una encontramos a aquel ser que sigue sus instintos, la parte sombría del lobo aislada de la sociedad que no comprende y cuya violencia es ejercida contra el mundo y contra sí mismo.

"La bidivisión en lobo y hombre, en instinto y espíritu, por la cual Harry procura hacerse más comprensible su sino, es una simplificación muy grosera, una violencia ejercida sobre la realidad en beneficio de una explicación plausible, pero equivocada, de las contradicciones que este hombre encuentra dentro de sí y que le parecen la fuente de sus no escasos sufrimientos. Harry encuentra dentro de sí un hombre, esto es, un mundo de ideas, sentimientos, de cultura, de naturaleza dominada y sublimada, y a la vez, encuentra allí al lado, también dentro de sí, un «lobo», es decir, un mundo sombrío de instintos de fuerza, de crueldad, de naturaleza ruda, no sublimada".

En esta cita hay varias cosas que podemos comentar. En principio queda clara la distinción que hace entre hombre y lobo, pero por otra parte, la descripción de este último es el que más se refleja en la novela, la que Hesse ha cuidado más, la que ha pretendido durante toda la lectura que interioricemos.

Un profesor nos dijo una vez que los dos grandes temas que trataban los relatos eran la violencia y la sexualidad, es decir, los instintos más arraigados del ser humano convertidos en historias. En el caso de El lobo estepario se hace más evidente a cada página, incluso tras la aparición de Armanda, donde ambos temas cogen un matiz humano o animal dependiendo del momento. Hesse nos describe a un hombre que se odia a sí mismo, cuyo objetivo no existe hasta que se plantea la idea del suicidio, a partir del cual su vida se hace menos dolorosa, porque ha establecido un final.


“Pero en medio de la libertad lograda se dio bien pronto cuenta Harry de que su independencia era una muerte, que estaba solo, que el mundo lo abandonaba de un modo siniestro, que los hombres no le importaban nada, es más, que él mismo a sí tampoco, que lentamente iba ahogándose en una atmósfera cada vez más tenue de falta de trato y de aislamiento. Porque ya resultaba que la soledad y la independencia no eran su afán y su objetivo, eran su destino y su condenación". 




Harry encuentra en su mundo y sufrimiento una comodidad. Sí, comodidad. Porque la infelicidad en este libro no es antónimo de comodidad, sino que supone el mismo eje conductor en su vida. La infelicidad se mantiene, aunque él no lo crea así, como una posición tranquila. El aislamiento y la desdicha suponen un estancamiento del alma, pues el estado de infelicidad prolongado acostumbra al cuerpo a no moverse, es una zona de confort de la cual Harry no sabe salir. Cuando se es infeliz se está más seguro, es una posición estable porque los seres humanos queremos salir de la infelicidad, no hay miedo del mañana. Ahora bien, la felicidad se entiende como efímera, porque una persona melancólica como Harry solo piensa en cuándo se acabará. La satisfacción y felicidad es una posición de la que no se quiere huir.

En cuanto al deseo de independencia anteriormente mencionado, nuestro protagonista no cede en principio ante las emociones o dependencias hacia personas, prefiere estar solo, porque según Harry el grado de libertad que desea implica no adquirir emociones fuertes hacia los demás. Al querer a alguien, sometemos inconscientemente nuestra libertad a la de la otra persona, y se crea una dependencia emocional que Harry quiere evitar, porque como buen lobo estepario, prima su libertad por encima de todo. 

Esto se encontrará con el inconveniente de que reside también un alma humana dentro de su cuerpo, y aquella necesita amar y ser amada. Aleja el amor, el trabajo y la vida burguesa para no tener dependencia de nada, para conservar su libertad, y eso genera sufrimiento. También vemos que esta surge de su propio aislamiento y la concepción que tiene sobre sí mismo. Es curioso, y por otra parte muy humano, que Harry nos venda un planteamiento de su propio ser, y luego al seguir con la lectura veamos su hipocresía, veamos la armadura que ha montado alrededor de su existencia para intentar explicarse, pero que no se corresponde del todo con la realidad.


"Por lo que se refería a los demás, a cuantos lo rodeaban, no dejaba de hacer constantemente los intentos más heroicos y serios para quererlos, para hacerles justicia, para no causarles daño, pues el ama a tu prójimo lo tenia tan hondamente inculcado como el odio a si mismo. Y de este modo, fue toda su vida una prueba de que sin amor de la propia persona es también imposible el amor al prójimo, de que el odio de uno mismo exactamente igual, y en fin de cuentas produce el mismo horrible aislamiento y la misma desesperación, que el egoísmo más rabioso".

Para acabar con la idea del lobo estepario dentro de Harry, haremos referencia al recurso más evidente que Hesse  utiliza para materializar su percepción del mundo. Harry es un animal nómada, no busca un hogar fijo porque no es su objetivo, sino que va alquilando habitaciones de aquí a allá, especialmente de familias burguesas. Este detalle nos muestra cómo Harry busca sentirse alejado de la vida cotidiana, pero mantenerse en la órbita, y a partir de ahí articulará todas sus críticas hacia la sociedad. 



Este punto es interesante cuando desprende cierta satisfacción al ridiculilzar la vida burguesa, pero también refleja un toque de malicia porque sabe que no pertenece, porque se siente externo a un mundo que para él resulta confuso. El final del libro nos revela algunos intentos de crítica hacia la tecnología y los avances industriales descontrolados, y él se describe como un pobre lobo estepario delante de toda esta realidad distorsionada, dentro de una civilización desastrosa.


"Un hombre de la Edad Media execraría todo el estilo de nuestra vida actual no ya como cruel, sino como atroz y bárbaro. Cada época, cada cultura, cada costumbre y tradición tienen su estilo, tienen sus ternuras y durezas peculiares, sus crueldades y bellezas; consideran ciertos sufrimientos como naturales (...) Un hombre de la Antigüedad que hubiese tenido que vivir en la Edad Media se habría asfixiado tristemente, lo mismo que un salvaje tendría que asfixiarse en medio de nuestra civilización. Hay momentos en los que toda una generación se encuentra extraviada entre dos épocas. Haller pertenece a aquellos que se han enzarzado entre dos épocas (...) aquellos cuyo sino es vivir todos los enigmas de la vidas humana sublimados como infierno y tormento en su propia persona".

Podemos observar que todo el libro habla de contradicciones, de la contradicción entre las dos almas de Harry y al mismo tiempo la contradicción entre su mundo y el mundo real. Me parece una cuestión interesante su crítica a la sociedad, porque sí es cierto que encontramos a un "salvaje" que no se siente incluido en un mundo que tiende a la velocidad, a bailar foxtrot, a la industrialización y que crea unas exigencias con nosotros mismos que muchas veces no somos capaces de soportar. 

"¡Mira, estos monos somos nosotros! ¡Mira, así es el hombre! Y toda celebridad, toda discreción, todas las conquistas del espíritu, todos los avances hacia lo grande, lo sublime y lo eterno dentro de lo humano se vinieron a tierra y eran un juego de monos..."

Hesse va relacionando distintos elementos con el "yo" animal o humano, a veces acercándose más a uno u otro. Uno de los recursos que utiliza es el arte, y concretamente las largas descripciones de lo que siente Harry por la música, en especial de Bach y Mozart. El arte es uno de los mecanismos que tenemos los humanos para seguir siendo humanos, porque no es útil, no tiene una función por sí misma,  y esta es la conexión que establece el autor.

Sin entrar en detalles, el principal cambio viene de la mano de Armanda, que le presentará a la sensual María con la que querrá bailar, estableciendo unos objetivos diferentes a los que tenía. Conocerá a Pablo, el saxofonista que Hesse utilizará como versión antagónica al protagonista, pues se trata de un ser alegre, incluso cuando no debería. No aparecen muchos personajes, pero cada uno tendrá una función clave en el desarrollo de Harry. Todo en el libro gira alrededor de la formación de un personaje.


"Y esa maravillosa muchacha…¡Si yo hubiese sabido al menos su nombre! De pronto un ser humano, una persona viva que rompe la turbia campana de cristal de mi aislamiento y me alarga la mano, una mano cálida, buena y hermosa. De repente, otra vez cosas que me importaban algo, en las que podía pensar con alegría, con preocupación, con interés. Pronto una puerta abierta por la cual la vida entraba hacia mí. Acaso pudiera vivir de nuevo, acaso pudiera volver a ser un hombre".

La parte humana aparece en su relación con los demás a partir de este encuentro, y le será cada vez más difícil discernir tan solo entre dos composiciones, entre lobo y humano, entendiendo que el alma humana se compone de distintas piezas, de muchos "Harrys" y que la realidad no se puede simplificar tanto. Debo decir que a medida que avanza la narración parece que el personaje pierda fuerza. El relato intenta ir convenciendo al lector de la transformación que hace el protagonista y los motivos por los que merece la pena vivir. Ahora bien, sí se produce una transformación pausada y evidente, pero Hesse no ha sabido conducir ni describir con tanta profundidad y detalle los nuevos sentimientos del mismo. Siempre se ha dicho que es más sencillo escribir a través de la tristeza que desde la felicidad, y El lobo estepario es un buen ejemplo de ello. 

Cuanto más avanzaba la lectura, más me he ido alejando del personaje, no sé si ha sido una sensación personal o realmente el autor no ha cuidado de la misma manera la primera parte, con el Tractat del lobo estepario una especie de manual filosófico describiendo su personalidad— que la segunda, donde ahonda mucho más en lo humano y el sentido de serlo.

En conclusión, El lobo estepario suelta al lector en un mundo de mentiras, en la cabeza del propio Harry, que no buscará solo engañar al lector sino también a sí mismo. Una historia de soledad, crítica, existencia, contradicciones internas y gran contenido introspectivo. No se hace una lectura ligera, pero es un libro del cual se pueden sacar muchos matices, y a cada página nos hallamos delante de una reflexión sobre Harry, y una inflexión más sobre su persona. Convencernos de que es posible "ser" dentro de un mundo al que hemos sido esclavizados sin elegirlo...ese ha sido el gran reto de Herman Hesse.