Reseña: Tokio Blues (Norwegian Wood) - Haruki Murakami




"La muerte no se contrapone a la vida. La muerte había estado implícita en mi ser desde un principio. Y este era un hecho que, por más que lo intenté, no pude olvidar"

En esta ocasión vamos a hablar de Tokio Blues, una de las novelas más conocidas del escritor japonés Haruki Murakami: una historia llena de nostalgia, sencillez, esencia mágica y un reflejo de la problemática juventud sexual y emocional. El curioso título hace referencia a una de las canciones de The Beatles, que sonará a lo largo de la lectura, además de hacer hincapié en la mezcla de la cultura japonesa y occidental  por la que describen al autor.

El protagonista de este libro se llama Toru Watanabe, y es el tercer miembro de un curioso grupo de amigos compuesto además por Naoko y Kizuki. Este último un día se suicida, y es entonces cuando Naoko y Toru se dan cuenta de que era la persona que mantenía realmente unido a grupo, es en este punto cuando conoceremos a los protagonistas y lo que sienten. Naoko, además, era la novia de este amigo, por lo que cuando mueren el triángulo formado por ellos se descompone, y entran en una profunda crisis tras su fallecimiento, donde no se encuentran a ellos mismos.

"Cada uno está rodeado de tinieblas, la única alternativa es permanecer inmóvil hasta que tus ojos se acostumbran a la oscuridad"

Tras un tiempo Naoko y Toru se reencuentran, y comparten tardes de silencio, donde la muerte estará presente como un tercer personaje, pero sobre todo, contradictoriamente compartirán un sentimiento de soledad en compañía. A partir de este encuentro surgirá la amistad de los años y comienzan a estar más unidos y compartir el dolor por la muerte del tercer miembro del grupo. También conoceremos a "Tropa de asalto", el compañero de habitación de Toru mientras estudia, que se convierte en un personaje entrañable para el lector.

Debido a las circunstancias de los personajes, ambos prefieren pasear juntos en silencio, sin más pretensiones ni responsabilidad por parte del otro. Es una novela muy íntima, muy bien construida a nivel pscológico, con unos personajes redondos y complejos. Enfatiza el carácter cerrado de los personajes ante la posibilidad de seguir sufriendo, planteando la cuestión de sufrir en silencio, de retener los sentimientos y vivir en soledad, o por otra parte, abrir el corazón a otros, aún a riesgo de acabar hecho polvo tras su marcha. La historia comienza a arrancar cuando Toru conoce a Midori, una compañera de clase que es todo lo contrario a Naoko: alegre, abierta y extrovertida, y significará un punto de inflexión en los protagonistas hasta entonces presentados.



Es muy difícil tratar de explicar este libro, pues aborda multitud de temáticas pero, al mismo tiempo, no tiene un argumento muy complicado. Es esta sencillez la que caracteriza la prosa de Murakami,  tan solo unos adolescentes viviendo. La capacidad de crear personajes tan complejos y describir la soledad humana de forma tan acertada es lo que me ha fascinado de Murakami. Hay sentimientos muy difíciles de plasmar, y si llegas a conectar con la novela, se convierte en un ejercicio introspectivo, logrando ver cómo se forman a través del lenguaje, de las páginas, sentimientos que no habías conseguido describir en papel. Se convierte al poco tiempo en una historia enrevesada, que lanza varias cuestiones al aire sobre la condición humana y el objetivo de existir.

Aunque sus personaje son más bien jóvenes, no encontraremos un amor adolescente edulcorado ni una historia que podamos etiquetar de juvenil, sino una descripción realista de personajes abatidos por la presencia de la muerte, las dificultades de comenzar en el camino de la sexualidad y las relaciones adultas, junto a las frustraciones y soledad que muchas veces acompañan a esta etapa y no se representan en historias juveniles de otros estilos.

"No acababa de hacerme a la idea de que ella cumpliera veinte años. Me daba la impresión de que lo normal sería que, tanto ella como yo, viviéramos eternamente entre los dieciocho y los diecinueve años"

Personalmente he disfrutado mucho la novela, y pese a tener un toque depresivo que se mantiene en prácticamente todas las páginas, no se ha hecho para nada tediosa sino que ha conseguido engancharme y buscar ratos de donde sea para leerla. Volveré a mencionar la forma de escribir del autor, sin muchas complicaciones estilísticas pero con grandes metáforas, un estilo limpio y meditado. He reflexionado junto a Toru Watanabe y los demás personajes y los he seguido por los caminos que les ha marcado el autor con tal de plantear diversas cuestiones.

"No soy muy inteligente y me cuesta entender las cosas. Pero, con un poco de tiempo, llegaré a entenderte. Y no habrá nadie en el mundo que te comprenda mejor que yo".

Con Murakami no encontraremos trescientas ochenta páginas llenas de lógica; los personajes tienen reacciones inesperadas que aún no he conseguido entender del todo, pero realmente, muy pocas cosas de las que hace la mente humana tienen una lógica y un orden. En general, me ha gustado bastante y quiero seguir con el autor cuando pueda. Le doy una puntuación de 3,5 sobre 5. Gracias por leer la reseña, nos vemos.

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6 Comentarios

  1. Hola, pues es una novela que a pesar de sus buenas crititcas por el momento no me llama.

    besitos

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    1. ¡Hola!
      No es el tipo de literatura que yo suela leer tampoco, pero me animé para probar algo distinto y al final bien
      ¡un beso!

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  2. Tendría que pensarlo un poco para darle una oportunidad

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  4. Yo creo que es una bonita historia adolescente muy bien escrita. No sigue el esquema de la novela romántica-juvenil actual, fundamentalmente ligada a una relación de pareja. Posiblemente por eso no termine de que la aceptes. Para mi es una novela adolescente, de crecimiento, de mutación, de crisis permanente que es el motor de todo. No voy a cuidarme de los spoiler, lo aviso.

    Es la historia de Toru y su relación con el amor y el sexo, desde ese trió inmaduro e infantil, dramático en su final, relación de amistad a tres que le marca profundamente, que le aporta una visión fatalista que esta siempre presente hasta que la muerte termine por destruirla y dejarle libre. El protagonista vive una relación de pareja platónica heredada de su mejor amigo, la fuerza del triángulo lo sigue atándolo cuando este se hace pareja.

    Toru vivirá la vida desenfrenada, las relaciones de un día, las juergas, cierto atractivo homosexual, relaciones con un fuerte contenido sexual, relaciones donde el compartir los problemas y la confianza es lo fundamental, vivirá la traición a los amigos, vivirá el amor de una adulta... Es desarrollo, el crecimiento de un adolescente siempre muy ligado a la muerte, tanto en su sentido real como en su metáfora como fin de la vida adolescente en su final.

    No hay que leerlo intentando encontrar una "aventura" de un adolescente, no pretende ser una historia de pareja, hay que leerlo como una "aventura interior" de un adolescente.

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